"Un corazón es una carga pesada" (por Leo Calabrano)
El Castillo Ambulante (2004): La antepenúltima cinta de Miyazaki es un punto alto en una filmografía llena de triunfos. Sophie, una joven insegura y sin claro rumbo en su vida es maldecida por la "Bruja del Páramo" y convertida en una anciana, que buscando la cura en el mundo de los magos se topará con Howl, un poderoso mago y su Castillo Ambulante.
El film, uno de aventura, drama, romance y anti-bélica, es uno de belleza resonante y extraordinaria, con visuales que parecen sacadas de fotografías ornamentadas de los Alpes suizos o pinturas llenas colores virtuosos. Basado someramente en una novela británica que ocurre en plena 1a guerra mundial, la historia nos relata las aventuras de Sophie, Howl, el demonio del fuego (encargado de mantener funcionando el castillo) y un pequeño aprendiz, intentando lidiar con varios antagonistas como la misma "Bruja del Páramo", gobernantes y brujas de gobiernos enemigos y una guerra que amenaza con destruir todo lo que conocen, pero el verdadero conflicto acá es el que ocurre en el interior del alma de Howl.
La cinta entrega belleza, esas escenas de nubes calmas con fondos azulados clásicos de Miyazaki y una banda sonora clásica, en estilo vals, llena de ternura y magia, todos elementos que esperaríamos de algo de Ghibli, pero donde ocurre el click es en la extraordinaria historia, que lentamente va haciendo crecer a cada uno de los personajes. Hace 11 años la vi por primera vez y disfruté su apartado visual, pero la madurez que solo los años otorgan (más el autoconocimiento) me permitieron hoy comenzar a entender la profundidad temática de su historia.
Cada personaje tiene su conflicto y su arco narrativo, en particular nuestros protagonistas Sophie y Howl, y tal como en otras cintas, los antagonistas poseen una ambigüedad moral y elementos redentores muy interesantes, los que enriquecen el entramado de la historia. La película entretiene, sorprende, emociona y otorga magia en cada rincón. Es como una orquesta musical funcionando a la perfección, con cada nota tocándose en el momento adecuado.
Yendo directamente al terreno de los spoilers o de interpretación de la cinta, es la compleja analogía de un castillo, su interior, su alma/corazón/fuego y el monstruo lleno de virtudes que lo habita lo que hace que una historia de aventura se convierta en una obra maestra. Pocas veces en mi vida he visto una apología al romance entre alguien puro pero sin motivación y su contraparte bondadosa pero con un interior manchado por los errores del pasado, los que lo han llevado a refugiarse y alejarse de la sociedad, pese que para el exterior luzca como un galante y poderoso hechicero, uno muy preocupado inicialmente de su apariencia y de contrapesar sus falencias emocionales, pero que con ayuda de Sophie encuentra una nueva motivación para hacer el bien, aunque le cueste la vida, aunque sea doloroso el cambio, aunque deba desbaratar todo lo que había construido para "protegerse". Es una metáfora brutal de lo que implica amar y permitirse ser amado, en una cinta animada. Ni Occidente ni el cine "live-action" lo saben hacer tan bien sinceramente, y eso proviniendo de un fan acérrimo de Pixar, que con los años he aprendido a admirar, atesorar y amar a Ghibli, que cuando quieren hacer algo bien, no pueden evitar hacer obras maestras, y Howl's Moving Castle o El Castillo Ambulante, es otra de esos.
"Un corazón es una carga pesada" resume el tema de la cinta, y como el permitirte ser amado y dejar entrar gente a tu vida nunca es sencillo, pero puede salvarte. ¿Quién dejó entrar a estas visitas", se pregunta en un momento Howl. La respuesta y sus consecuencias deben ser la metáfora visual más gloriosa que recuerde en el cine en mucho tiempo. El Castillo Ambulante es un 10/10 seguro.
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