Vemos cine para entretenernos, lo vemos para ampliar nuestros horizontes, nuestra forma de entender el mundo, la vida o otras experiencias vitales distintas a las nuestras, lo vemos para imaginar, soñar o simplemente desconectarnos, a veces lo vemos para informarnos, aprender de un episodio de la historia o de una persona que nos inspire. A veces, muy ocasionalmente una película habla directamente a nuestras almas o subconscientes, o nos hace cuestionarnos grandes preguntas. Bueno, Blade Runner cumple en casi todos esos frentes, como espectáculo visual impresionante, como análisis filosófico de lo que es ser humano o el valor del legado de una vida, como secuela espiritual de un clásico imperecedero y como ejemplo de como hacer cine en tiempos modernos (Por Leonardo Calabrano). #9 de la década 2010-2019.
¿Por donde empezar acá?.
La cinta ocurre un par de décadas de donde nos dejó BR, y tras un apagón digital total y la caída en gracia de la empresa Tyrell con sus replicantes fuera de creación, el mundo se encuentra en un estado incluso más desolador y perdido que en la primera cinta. Un visionario aprovecha las tecnologías de Tyrell y decide llevarlas al siguiente paso de evolución con una raza de replantes indiferenciables de los humanos, pero incapaces de desobedecer órdenes humanas. K, interpretado por Ryan Gosling, es uno de éstos, un Nexus-9. Su misión: llevar a "retiro" a los antiguos Nexus que aún quedan con vida, y moran en estado de "rebeldía" (en realidad solo buscan vivir su vida en paz). Cuando un secreto oculto por décadas resurge a la luz, uno que podría cambiar el equilibrio y convivencia de humanos y replicantes, K se convierte en el encargado de dilucidar su significado, tanto personal como para el mundo entero.
El film es uno de sci-fi distópico una vez más,
con un halo de misterio y sensación de neo-noir, con una construcción de mundo tan rica y texturizada como la original, pero yendo un poco más lejos incluso que ésta. Por supuesto que se basa en algo ya creado, pero en ningún momento se siente como una copia barata, sino que como una expansión viva y pensante de ese universo. Es en ese mundo que cohabitan replicantes de series antiguas, las nuevas generaciones, animaciones con inteligencia artificial (Joi), un magnate genio, visionario y lunático, una capitana de policía, un mundo de personas abusadas y abandonadas por el sistema y un atisbo a un orden social que se asemeja al nuestro actual.
La cinta tiene esa base, y la construye sobre capas de genialidad en cada posible elemento artístico, con una banda sonora entre inspiradora, futurista, ochentera por ratos, agobiada por otros y oscura e inmersiva, como una muralla de sonido en general (solo escuchen "Sea Wall" por favor), una fotografía alucinante con juegos de tonos naranjas y azules que separan los ambientes e incluso los actos de la película, galardonada con un Oscar (finalmente para Roger Deakins, en un trabajo del que cada segundo de filmación podría ser un fondo de pantalla y fácilmente con una de las mejores fotografías del siglo), una producción artística inmersiva y expansiva a la vez, con lujo de detalles en cada escenario posible y un uso de efectos visuales análogos o prácticos predominantes que convierten a la cinta en una real obra de arte audiovisual. Tuve el placer de verla en el cine y sinceramente ha sido de las mejores experiencias cinematográficas de mi vida.
Pero eso solo es un cascarón vacío sin una gran historia o un director locuaz y claro en sus ideas, y BR2049 tiene ambas a destajos. La narrativa en si se construye a base de un misterio, pero es la introducción de decenas de detalles alrededor de ese misterio principal el que le dan riqueza a la cinta. No sólo se aborda el tema de lo que implica ser humano, del legado o destino de una vida o que define el poder amar a otro, sino que entrega matices a temáticas ya tocadas en la cinta previa y empuja a nuevas alturas misterios pendientes de ésta, todo con fluidez y con interesantes sorpresas en el camino, incluso negándonos de una narrativa típica, en un relato que es largo, no hay duda de ello, pero que justifica cada minuto de su duración al respetar cada momento con significancia y virtuosidad.
En un segundo visionado en casa, la portentosidad de esta joya perdió un poco de intensidad, pero no deja de ser una de las cintas más ambiciosas y bien logradas de la década. Espero que en una 3a ocasión vuelva a retomar un puesto de mayor honor inclusive.
Son pocas veces en la vida en que he salido del cine inmediatamente sabiendo que había visto un clásico eterno, un automático 10 de 10 y un nuevo favorito personal. Blade Runner 2049 es todo lo que un cinéfilo, artista, soñador o amante de la ciencia-ficción podría soñar. A nivel o incluso superando la original, una frase que ya es parte de mi vocabulario en estos puntos altos de 10 años de cine cierra mi review: "el cine, no se pone mejor que esto".
Trailer subtitulado:
Comentarios